Terminamos con esta entrada de ver las diferentes maneras de rehabilitar térmicamente una fachada. En este caso nos planteamos la intervención por el interior, que puede ser una solución en caso de que nos sea permitido actuar por el exterior o no se disponga de una cámara de aire en el interior del edificio, y las dimensiones de los espacios interiores no sufran por perder el espacio dedicado al aislamiento.
Con las exigencias de las normativas anteriores en las que la albañilería era la protagonista de los cerramientos, aislar por el interior significa perder toda la inercia térmica de la masa y crear un espacio interior que se enfría o se calienta rápidamente, lo cual puede ser indicado para edificios de uso esporádico o con un horario muy concreto.
Sin embargo con la entrada en vigor del nuevo Documento Básico HE sobre eficiencia energética y su elevada exigencia en cuanto al nivel de aislamiento y bajo consumo de energía, el aislamiento va a pasar a ser el protagonista de los cerramientos. Y esto va a obligarnos a replantear la forma en la que construimos los edificios, sobretodo la envolvente. Si observamos los edificios de menor consumo energético que se construyen, veremos que sus cerramientos contienen en su mayor parte una gran capa de aislamiento y sistemas de climatización por aire con recuperadores de calor.
En edificios existentes hay que contar que el trasdosado tendrá un espesor igual a la capa de aislante más dos o tres centímetros, con lo que perder una franja de 8 centímetros de espesor es muy fácil y normalmente será superior.
La manera de realizar este trasdosado es muy sencilla y prácticamente se trata de una obra seca:
- Se replantean los elementos de una subestructura separada del cerramiento existente entre uno o dos centímetros.
- Antes de colocar el aislamiento se aprovecha para el tendido de instalaciones nuevas.
- Se coloca el aislamiento entre los montantes de la subestructura, normalmente fibra de vidrio o lana de roca.
- Se atornillan las placas de yeso laminado con tirafondos.
- Se procede al sellado de todas las juntas, esquinas y encuentros con pasta de yeso.
- Se aplica el acabado sobre las placas de yeso, usualmente pintura.
Esta solución destaca por su rapidez de ejecución, pero para que los acabados sean de calidad es importante que la mano de obra sea cualificada y sepa realizar correctamente los replanteos y los rejunteados. En caso contrario se percibirá una mala planeidad del acabado y las juntas serán visibles.
Ventajas más destacables del trasdosado interior:
- Solución cuando no es posible actuar por el exterior con obra mayor.
- Mínimo mantenimiento.
- Obra seca.
- No son necesarios andamios exteriores.
- Aislamiento de puentes térmicos en cerramientos verticales.
- Mejora importante del aislamiento acústico de la parte ciega de la fachada.
A tener en consideración:
- Pérdida de superficie útil.
- Coste medio-alto.
- No resuelve puentes térmicos de forjados.
- Encuentros interiores con ventanas: se crean mochetas.
