Las medianeras suelen ser las grandes olvidadas en las rehabilitaciones de los edificios. Es cierto que buena parte de los edificios de viviendas tienen las medianeras cubiertas por otros edificios, pero cuando se encuentran dos inmuebles de distinta altura uno de ellos presentará una medianera al aire que estará tan expuesta a las inclemencias del tiempo como el resto de fachadas.
Si en su día no se aisló la medianera como es preciso suele ser una fuente de condensaciones, humedades y un gran problema de fuga del calor interior de las viviendas. Incluso puede darse el caso, conocido por nosotros mismos, de que un patinillo de instalaciones situado en una medianera sin aislar con el tiempo vea afectada las conducciones si se produce un elevado nivel de condensaciones.
Como indicábamos en la anterior entrada sobre este tema, el aislamiento térmico reduce la oscilación térmica del día y la noche en el interior de los edificios, lo que conlleva la reducción de fatiga a la que los materiales están sometidos a las dilataciones y contracciones debidas a las variaciones térmicas, especialmente las impermeabilizaciones.
Los materiales aislantes tienen los orígenes más diversos: mineral, animal, vegetal o sintéticos. Y alcanzar el nivel de aislamiento preciso se consigue a base de espesor, a más necesidad de aislamiento mayor espesor de material aislante.
Actuar sobre las medianeras suele ser complicado porque no es fácil montar el andamiaje ni realizar acopios de material, por lo que las técnicas de intervención pueden ser diferentes a las del resto de fachadas.
En la siguiente tabla enumeramos los materiales aislantes más conocidos que se utilizan en fachadas y sus principales características.
El color gris oscuro en las columnas de aplicación indica sus presencia usual en las obras que se realizan en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
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