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Desprendimientos y reparación de acabados de fachada (Parte I)

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Los desprendimientos en fachada son uno de los principales temores que albergan los propietarios de viviendas de cierta antigüedad, y uno de los principales motivos que lleva a plantearse una obra de rehabilitación de la fachada. Periódicamente la actualidad nos muestra casos de desprendimientos que, en ocasiones, tienen desenlaces fatales, como en este suceso en Madrid .

En esta entrada trataremos los tipos de acabados de fachada susceptibles de sufrir desprendimientos y sus causas principales. En la segunda parte, trataremos tanto la diagnosis y reparación de esta patología como su prevención.

El desprendimiento

Se define como tal la separación incontrolada de un material de acabado del soporte sobre el que está adherido. Puede ser un desprendimiento incipiente, con un simple abombamiento o grieta, o total, en el que el acabado ha desaparecido dejando desnudo el soporte.

Tipos de acabados y sus patologías

Nos referimos en este caso a los acabados por elementos (en contraposición a los acabados continuos). Son capas a base de elementos de forma y dimensiones definidas, que se aplican sobre un cerramiento para conferir a la fachada unas características determinadas de textura, resistencia, etc. Estos elementos de acabado se adhieren al soporte mediante morteros hidráulicos o pegamentos (Adherencia continua) o mediante anclajes continuos (cuelgue por puntos).

aplacados

Podemos distinguir los siguientes tipos de acabados:

Alicatados

Plaquetas cerámicas o de otro material pétreo, adheridas al soporte con morteros hidráulicos o cementos-cola. En este caso es muy importante que la adherencia sea continua.

Presentan generalmente los desprendimientos más llamativos. Sus causas pueden ser:

a) Por variaciones dimensionales, por cambios de temperatura en paredes exteriores. Cuando se colocan a hueso, la dilatación individual de cada elemento se acumula ocasionando el desplazamiento entre plaqueta y mortero.

b) Por helada del agua que se acumula en la junta superficial exterior, entre plaqueta y mortero. Esta infiltración es más fácil en la colocación con junta a hueso y se potencia con la discontinuidad del mortero cuando éste se localiza en el centro de la pieza (pellada)-

c) Por movimientos del soporte, por efecto de la estructura o por causas térmicas. Esto puede romper la adherencia entre plaqueta y mortero fisurando la plaqueta cuando la adherencia es lo suficientemente fuerta.

d) Fallo de adherencia, que puede producirse por un error de ejecución (falta de humectación o limpieza del soporte), falta de rugosidad suficiente en el soporte o en la plaqueta, o falta de continuidad del mortero en todo el dorso de la plaqueta o entre el dorso y las juntas (la mencionada pellada).

Chapados

A base de losas de piedra más o menos gruesas que val colgadas del soporte mediante anclajes metálicos (grapas, pletinas vistas u ocultas, perfiles vistos, anclajes perforantes…). El desprendimiento se produce por la rotura de los anclajes, producida por:

a) Variaciones dimensionales, que nuevamente puede ser acumulativa si las piezas se colocan a hueso.

b) Destrucción o fallo de los anclajes, bien por rotura (por elección incorrecta del tipo o dimensión de anclaje) o corrosión (por infiltración de agua o condensaciones intersticiales).

c) Falta de anclajes. No se habitual, pero en ocasiones el chapado de piedra se recibe con mortero y sin anclajes. La falta de rugosidad, las infiltraciones de agua o los movimientos del soporte las convierten en víctimas de desprendimientos.

d) Movimientos del soporte, de forma análoga a los alicatados. Además de la rotura de anclajes puede producirse el desprendimiento por falta de integridad de la propia pieza (cuando tiene un espesor pequeño).

anclajes

Aplacados

Superposición de elementos superficiales o lineales de gran dimensión (paneles de madera, plásticos rígidos, chapas metálicas, etc.), solapados y sujetos mediante anclajes. Su desprendimiento vendrá también por la rotura de los anclajes o de las piezas:

a) Variaciones dimensionales, con una mayor afección de las dilataciones debido a su mayor dimensión. Al estar solapadas, el empuje se realiza a través del anclaje, provocando la rotura de éste o de la pieza.

b) Destrucción o fallo de los anclajes, por rotura, corrosión (como se explica en el caso de los chapados) o arrancamiento, debido a un error de colocación, por no llegar el anclaje a la hoja resistente o fallar el mortero de adherencia.

En la segunda parte trataremos la reparación y prevención de estas patologías, así como las claves para realizar un buen diagnóstico.

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