En los últimos tiempos estmos viendo cómo un nuevo combustible se empieza a hacer hueco en el actual mercado energético: caldera de biomasa, o caldera de pellets. Los pellets unos cilindros muy pequeños, de unos pocos milímetros de diámetro, elaborados a partir de virutas o serrín natural seco, comprimido a alta presión hasta conseguir un cilindro denso y duro, logrando con ello un gran poder calorífico.
Aunque no es sólo el pellet el único combustible de biomasa: los huesos de aceitunas, cáscaras de nuez, o astillas de madera también lo son. Y, por supuesto, la tradicional leña es también biomasa.
Estas calderas pueden ser una alternativa para nuestras viviendas unifamiliares o nuestra comunidad de propietarios. Para viviendas en bloque con calefacción individual, la opción pierde interés debido al espacio que necesita de almacenaje.
Ventajas de la caldera de biomasa
Veamos entonces qué ventajas nos aporta la caldera de biomasa o de pellets:
- Es un combustible económico, comparado con el gasóleo
- Es un combustible sostenible, si proviene de bosques gestionados de forma sostenible, y los pellets no tienen impurezas. En cualquier caso, es siempre más ecológica que un combustible fósil.
- Es más segura: no existe riesgo de explosión u olores.
- Son polivalentes y se pueden automatizar: sirven para calefacción, agua caliente sanitaria (ACS), o sirven para cocinar. Además, su funcionamiento se puede autorregular sin nuestra intervención.
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En un ámbito más general,
- Contribuyen a generar empleo local, en una zona, como Euskadi, con gran presencia de industria maderera.
- Reduce nuestra dependencia energética hacia el exterior, al no depender del petróleo o el gas natural, que debe ser importado.
Desventajas
Por el contrario, hay que tener en cuenta también que:
- Los sistemas son en general más caros que los convencionales.
- Requieren un mayor espacio y atención. El almacén de pellets requiere un considerable espacio. Y no hay que olvidarse de la necesaria limpieza de cenizas, aunque algunos modelos automáticos facilitan esa tarea.
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Hagamos unos números
Un m3 de pellet pesa aproximadamente unos 650 Kg. Así pues, una vivienda que consuma al año 2.000 l de gasoil necesitará unos 4.200 Kg. de pellet, lo que ocupará aproximadamente unos 6 m3 para un año.
En este ejemplo, si tomamos un precio de 0,86 €/l para el gasóleo, y 0,26 €/kg de pellet (precio extraído de Leroy Melrin), tenemos un gasto en combustible de 1.720 € en gasóleo y 1.092 € en pellets. Un 36% menos, teniendo en cuenta que no hemos rebuscado demasiado en suministradores de pellets.
Como se ha comentado antes, hay que tener en cuenta que el pellet se debe almacenar en un silo situado próximo a la caldera. Este silo se puede recargar por el propio usuario o bien por la empresa de biomasa contratada para ello. Por ello es una opción viable en viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos.
Modelo caldera de biomasa y de silo alimentando la caldera en un edificio de viviendas: Fuente: HOVAL y Guía técnia IDAE
Comunidades de vecinos
Varias son las comunidades de vecinos que han apostado por las calderas de biomasa para generar su agua caliente y calefacción. Entre los factores que ayudan a tomar esta decisión, se pueden citar:
- Las ayudas y subvenciones que existen al respecto.
- La existencia de empresas de servicios energéticos que, mediante un contrato de instalación y suministro, repercuten mensualmente el precio de la instalación hasta que, una vez amortizada, pasan a ser propietarios de todo el sistema.
- La mejora de la calificación energética del edificio.
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Os dejamos este video de ANESE para que muestra un caso concreto de instalación.
GESENERGIA from AMARCORD on Vimeo.
¿Quieres saber más?
Te recomendamos esta Guía de Instalaciones de biomasa térmica en edificios, del IDAE, donde podrás profundizar más en este combustible sostenible.
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