La rehabilitación de una vivienda (o edificio de viviendas) tenía como objetivo hasta hace poco tiempo actualizar las prestaciones y el confort que ofrecía un inmueble antiguo, para disfrutar de prácticamente los mismos que ofrece uno de reciente construcción. Pero desde 2014, la rehabilitación de un inmueble debe incorporar también el aspecto de eficiencia energética para disminuir la demanda de energía de las viviendas. Y esto nos lleva a reflexionar sobre el aislamiento térmico y la climatización como las soluciones más importantes e inmediatas: cuanto mejor aislado esté nuestro hogar y más eficiente sea su climatización, menos energía consumirá.
Te lanzamos seis ideas claves para que conozcas el terreno en el que vas a jugar si haces una obra de este tipo:
1. ¿Por qué tengo que tener en cuenta la eficiencia energética?
Porque es una manera más sana de habitar en casa, gastando menos dinero, contaminando menos el entorno cercano y global. Todo ello a la vez que conseguiremos más confort de uso y lógicamente aumentaremos el valor de la vivienda. Tener una buena calificación energética se valorará cada vez más a la hora de venderla o alquilarla.
2. ¿Qué norma tengo que cumplir en este tipo de obras en cuanto a eficiencia?
Este punto es el más sencillo, para cubiertas, muros y suelos se exige el cumplimiento del documento DB HE1 del Código Técnico de la Edificación sobre ahorro de energía. Una exigencia que establece que los edificios dispondrán de una envolvente que limite la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico y que debe cumplir los niveles de aislamiento exigidos en la tabla 2.3. Es importante conocer esta norma ya que es la que se exige para optar a las subvenciones de diferentes administraciones públicas.
3. ¿Qué aporto a mi vivienda con una rehabilitación energética?
Una vez metidos en una obra de rehabilitación, mejorar la rehabilitación a través del aislamiento térmico contribuye a crear ambientes más sanos y confortables. Además de ahorrar energía para climatizar la vivienda, se reduce el nivel de ruido del interior de la vivienda gracias al aislamiento. Aunque no olvidemos que el principal objetivo es mejorar el confort y la eficiencia, evitar condensaciones o la aparición de humedades que pueden dañar la vivienda.
4. ¿Qué supone esta aportación en cuanto a ahorro de energía / dinero?
Como en toda inversión que realizamos, esperamos un retorno sea a corto, medio o largo plazo. El ahorro energético dependerá del tipo de vivienda que tengamos, del uso que se haga de ella y del grado de intervención que se pueda o quiera realizar. En general, para un proyecto de rehabilitación energética integral, el ahorro en consumo de energía puede oscilar entre el 5% y el 20%, traducido a euros: ahorro anual en la factura de energía entre 500 euros (vivienda de tamaño medio con calefacción y agua caliente sanitaria) y 2.000 € (vivienda grande que además disponga de aire acondicionado).
5. ¿Por qué tengo que tener en cuenta los puentes térmicos?
Si rehabilitamos una vivienda cumpliendo la normativa de aislamiento térmico actual debemos ser cuidadosos para que no aparezcan los llamados puentes térmicos, que son zonas mal aisladas por las que el calor se filtra más fácilmente que en el resto: frentes de forjados, balcones, cajas de persianas, etc. Además de ocasionar una pérdida muy significativa de energía en forma de calor o frío, los puentes térmicos en invierno provocan la aparición de puntos fríos en las paredes interiores, que favorecen la formación de humedades, condensación, hacen menos confortables las estancias y en el peor de los casos la aparición de mohos y hongos.
6. ¿En cuanto tiempo puedo amortizar la inversión en eficiencia energética?
Incorporar aislamiento térmico u otros elementos que mejoren la eficiencia energética en una obra de rehabilitación requiere de una inversión que se puede amortizar fácilmente gracias a que se reduce el futuro gasto en calefacción y aire acondicionado. El aislamiento térmico como el poliestireno, la lana de roca, la celulosa y otros garantizan una larga vida útil de los mismos, de forma que una rehabilitación térmica puede amortizarse perfectamente en menos de 10 años y a partir de ese momento. Para más información, consulta las ayudas disponibles para rehabilitación energética:
http://www.fomento.gob.es/rehabilitacion/
