Son muchos –y muy variados– los materiales que se emplean en la construcción y rehabilitación de los edificios. En este caso nos ocuparemos aquellos que se vienen denominando eco-materiales o materiales sostenibles. En general, son aquellos que tienen poca repercusión en cuanto a coste energético, son saludables, perdurables, reciclables, y cuya producción, uso y deshecho sea lo menos problemática posible.
Hay muchos criterios que pueden determinar que un material es sostenible. También existen diversas etiquetas que conceden algunas entidades en base a determinados indicadores.
A modo de resumen, para elegir un material ecológico debemos tener en cuenta:
- Incidencia sobre la salud: que sean naturales y libres de tóxicos, inocuos para todas las formas de vida.
- Su ecología: que tengan un origen local, es decir, un bajo impacto a la hora de su extracción y transporte.
- La ética: que tengan una repercusión social en su producción y que fomenten actividades y oficios.
- La sostenibilidad: que el material sea sostenible en su ciclo de vida, es decir, que tenga un bajo impacto ambiental durante todas las etapas de su existencia (extracción, producción, distribución, uso y desecho).
- La reutilización y el reciclaje del material. Mientras más reciclable o reutilizable sea el material más adecuado será su uso.
- La baja o nula emisión de sustancias tóxicas al aire y su capacidad de no alteración del campo magnético del entorno.
En el gráfico anterior se muestran los kWh que son necesarios para extraer los recursos naturales y producir un kilogramo de diferentes materiales de construcción.
Algunos de los principales eco-materiales utilizados en rehabilitación son:
Madera
Es uno de los materiales sostenibles por excelencia, 100% renovable. Es elástica, ligera, muy resistente a la tracción, buen aislante térmico y acústico y no acumula carga electrostática. El sello FSC garantiza que proviene de una gestión forestal sostenible. Al concluir su vida útil, la madera puede reciclarse para fabricar tableros aglomerados o para su valorización energética como biomasa. Se emplea fundamentalmente en estructura, carpinterías y pavimentos.
Madera con sello FSC (Fuente: espaciosustentable.com)
Cal
El mortero de cal es higroscópico, transpirable y elástico. Absorbe el CO2 del aire para proporcionar resistencias a largo plazo, muestran una excepcional maleabilidad, una muy pequeña retracción y son permeables al vapor de agua, aunque no al agua. Se obtiene del proceso de coción de la pieda caliza en horno, de forma natural y tradicional. Está recomendada para rehabilitación, restauración de muros y fachadas, o la mampostería.
Corcho
Es el mejor aislante natural. Posee una gran capacidad de aislamiento térmico y acústico. Es imputrescible y resistente al ataque de los insectos y hongos, siendo uno de los materiales más estables y duraderos del reino vegetal. No emite partículas tóxicas ni acumula electricidad estática. Es transpirable, impermeable y no higroscópico. Además es ignífugo.
En la imagen superior, sistema de SATE de corcho (Asilacork) con mortero de cal con grafeno (Graphenstone)
Fibras vegetales
El cáñamo, fabricado a partir de fibras naturales, es un excelente aislante térmico y acústico, además de regulador de la humedad. Se comercializa en formato de manta y puede utilizarse para el aislamiento en trasdosados.
Papel reciclado
A partir del reciclaje de papel de periódico se fabrica el aislante térmico de fibras de celulosa. Se puede suministrar para insuflar (para rellenar la cámara de aire de la fachada, por ejemplo), proyectar, o en manta.
En la imagen, aislamiento proveniente de papel de periódico reciclado (Imagen: energiaestrategica.com) y cáñamo (Fuente: eoi.es)
Barro cocido
Se emplea en ladrillos, baldosas o tejas. Estos materiales cerámicos mantienen, como la tierra, una buena transpirabilidad e inercia térmica, siempre que no sobrepasen los 950ºC en su cocción. Es importante que no contengan aditivos químicos ni subproductos de procesos industriales.
Pinturas ecológicas
Existen pinturas en el mercado que evitan los derivados del petróleo y los productos sintéticos químicos. Las que podemos llamar ecológicas se clasifican en función del origen de sus componentes principales: las de origen mineral y las de origen vegetal. Entre las primeras podemos citar las pinturas a base de Silciatos, Cal o Arcilla. Entre las segundas, menos desarrolladas, se encuentran resinas, aceites, almidones y ceras, a los que se añade pasta colorante también de origen vegetal.
Existen muchos otros materiales y soluciones constructivas ecológicas. Volveremos a tratar este interesante tema en nuestro blog.